Ortodoncia de niños y ortopedia dentofacial
La ortodoncia permite mover los dientes para conseguir una mejora funcional y estética.
En Clínica Mompell consideremos que los dientes deben ser estudiados teniendo en consideración toda la estructura facial del paciente, su cara, sus facciones, su crecimiento, etc. Ponemos a tu servicio la tecnología más moderna para conseguir los resultados que esperas de una forma rápida y predecible.
Tipos de problemas y tratamientos idealmente a tratar antes de que den el “estirón”:
Mordidas cruzadas: Las mordidas cruzadas posteriores es cuando el niño “muerde al revés”. Normalmente se debe a un paladar estrecho que hace que la parte de arriba sea mas estrecha que la de abajo. El tratamiento más común es la expansión palatina con un expansor fijo.
Mordida cruzada anterior: Estas mordida generan que el paciente muerda al revés con los dientes de delante. Generalmente es por una causa funcional y con una simple expansión, el niño recupera su posición normal. A veces existe un componente genético familiar y entonces hay que estudiar el caso para ver si hay que realizar una tracción con mascara facial.
Problemas respiratorios: normalmente el paciente presenta una nariz estrecha y respira por la boca. De nuevo la expansión palatina es la solución para estos problemas, ya que al aumentar el techo de la boca aumentamos en suelo de la nariz y por tanto mayor aire entra permitiendo al paciente posicionar la lengua contra el paladar y respirar con la nariz.
Chupete, chuparse el dedo, etc: esto genera mordida abiertas anteriores que hace que los dientes no contacten entre sí. Si se pone solución mediante juegos para que el niño deje los hábitos antes de los 3 años el problema se solucionará por si solo. Después de los 3 años habría que valorar si esperar o tratar la maloclusión que se ha creado.
Realmente, ¿Cuándo es ideal empezar el tratamiento?
En la mayoría de los casos hasta los 6 años que es cuando salen las primeras muelas definitivas no habría porque empezar ningún tratamiento. Sin embargo, las mordidas cruzadas anteriores o posteriores de origen funcional han de corregirse cuando antes, al igual que lo hábitos. Si por el contrario existe un paladar estrecho, mejor esperar hasta los 6 años para no cansar al niño y poder contar con su colaboración en el futuro.